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Farewell

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YA NO se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.

Pablo Neruda

Aquí en mi cuerpo

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Echo raíces en ti,
vegetalmente hambrienta
de tu tierra húmeda y negra.
Aquí en mi cuerpo
acabó de pasar el mediodía
y por mi piel respira un agua
atardecida.

Los labios están secos,
guardo en la lengua los aromas.
Si acaso pusieras
tu mano entre mis muslos,
sabrías que estás vivo.

Saborearías mi sal.
Haríamos un pozo en el tiempo,
y dejaríamos que el sol
nos madurara.

Mitad pez. Mitad viento...

"Hay hombres mitad pez
mitad viento"...
Pablo Neruda

Mitad pez. Mitad viento
soy.
Agua vital,
que quiere ser bebida
sin agotarse nunca.
Agua que busca
humedecer las verdes
soledades ajenas.
Lava roja,
súbitamente gris
al contacto del aire
doloroso.

Renata Durán



Poeta y diplomática colombiana nacida en Bogotá en 1950. Estudió Derecho en la Universidad de los Andes y Literatura Comparada en La Sorbona. Trabajó en El Centro de Investigación Interdisciplinaria sobre América Latina en Paris y fue representante ante la Comunidad Europea en Bruselas.

Ha colaborado habitualmente con diversas publicaciones literarias nacionales e internacionales. De su obra poética se destacan los poemas sensuales incluidos en su obra «Muñeca rota» 1981, «Oculta ceremonia» 1985, «Sombras sonoras» 1986, «Poemas escogidos» 1993, y finalmente,«El sol apagado» 1994.

Khalil Gibran y May Ziadeh

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Gibrán Jalil Gibrán nació en Bisharri, Libano, el 6 de enero de 1883. Su familia lo llevó siendo niño a los Estados Unidos de América. Allí escribió sus obras más famosas en inglés. De entre ellas, "El profeta" es el libro que más se ha difundido y vendido después de la Biblia.

Estas, sus "Cartas de amor" a Mayy Ziyadeh -la amada que nunca vió personalmente- muestran la intensidad de un amor que supo borrar la frontera que separa la real de lo imaginario.

El hecho de que jamás llegaron a encontrarse es algo que llama la atención, y lleva a pensar que la lejanía de la amada fue el fuego que alimentó de continuo la obra universal del artista, dando lugar a sus mejores creaciones. Como él mismo afirma en una de sus cartas: "El amigo ausente puede estar más próximo y cercano que el amigo presente, ¿no es el monte más impresionante y de más clara apariencia para el que marcha por la llanura que para el que vive en él?

Cuando Gibran publica en 1912 su novela “Alas rotas”, May le envía una primera carta, haciéndole llegar su admiración por el libro. Él se apresura a contestar y así se inicia una correspondencia que durará casi 20 años, hasta el final de la vida del poeta.

Fragmentos de Cartas de Amor de Khalil Gibran a su Amada May.

Las cosas profundas no han cambiado:
el sentimiento y la pasión del primer encuentro,
todo eso permanece y seguirá igual para siempre.
Te amaré toda la eternidad, como ya te amaba
mucho antes de verte por primera vez; a esto lo llamo Destino.

Nada nos separará; ni tú ni yo podemos cambiar esta relación.
Quiero que recuerdes, hasta el fin de tus días,
que eres la persona más importante de mi mundo.

Aunque te casaras siete veces con siete hombres distintos,
todo permanecería igual en mi corazón.

10 de Mayo,1916
Querida May:

Te envío una parábola que terminé. He escrito poco, y solamente en árabe. Pero me gustaría oír tus correcciones y sugerencias sobre este trecho.

En la sombra de un templo, mi amigo señaló a un ciego.
Mi amigo dijo: "Este hombre es un sabio".
Nos aproximamos y pregunté: ¿Desde cuando es usted ciego?
Desde que nací"
Yo soy astrónomo, comenté. Yo también respondió el ciego.
Y, colocando la mano sobre su pecho, dijo:
Paso la vida observando los muchos soles y estrellas que se mueven dentro de mí".


25 de Julio, 1919

Desde que le escribí hasta ahora, la he tenido presente. He pasado largas horas pensando en usted, hablándole, interrogando sus misterios e informándome sobre sus secretos. Y es asombroso que, frecuentemente, haya sentido la presencia de su esencia etérea en este despacho espiando mis movimientos, dirigiéndose a mí, rodeándome, manifestando su opinión sobre mi conducta y mis actos.

Una vez me dijo:
“¿No se da entre las mentes una conversación y no se produce un intercambio entre las ideas, que la aprehensión sensorial no puede efectuar?”.
Últimamente se me hace patente la existencia de un vínculo intelectual sutil, vigoroso, extraño, cuya naturaleza e influjo difieren de los de cualquier otro, pues es más intenso, sólido y permanente; no comparable a los lazos de la sangre, biológicos o morales. Ni uno solo de los hilos de este lazo está tejido por los días y las noches que pasan entre la cuna y la tumba, pues puede darse entre dos a los que ni el pasado ni el presente han reunido y a los que quizá ni el futuro reunirá.

En este vínculo, May, guarda el alma un oculto entendimiento mutuo, algo así como una profunda canción tranquila que oímos en la calma de la noche y que nos traslada más allá del día, del tiempo, de la eternidad...

“Si amas a alguien, déjalo ir,
porque si regresa siempre fue tuyo.
Y si no, nunca lo fue.”
Khalil Gibran.

Vámos patria a caminar, yo te acompaño

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Estábamos tan lejos el uno del otro
Mares había entre nosotros,
montañas y agua
Vámos patria a caminar
2
Yo bajare los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedare ciego para que tú tengas ojos.
Yo me quedare sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.

Tiene que ser así, indiscutiblemente.

Ya me canse de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo relampagueante.
Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre del pueblo,
nacido en octubre para la faz del mundo
Ay, patria
a los coroneles que orinan tus muros
tenemos que arrancarlos de raíces,
colgarlos de un árbol de rocío agudo,
violento de cóleras del pueblo.
Por ello pido que caminemos juntos.
Siempre con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales.
Con el que tenga un corazón para quererte.

Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.


Encuentro

Estábamos tan lejos el uno del otro.
Mares había entre nosotros.
Montañas y agua.

Fuego y viento.
Largos años de oscura desesperación
había entre nosotros.

Pero nos encontramos,
a pesar de todo,
porque la vida lo quería
ciegamente.

Otto René Castillo


Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989

Poeta guatemalteco nacido en Quezaltenango en 1936.A raíz del derrocamiento del gobierno de Arbenz, se exilió en El Salvador a la edad de dieciocho años, desarrollando allí una intensa actividad poética y política. Puso fin a su exilio en 1957, cuando inició estudios de Derecho y Ciencias sociales en la Universidad San Carlos de Guatemala.Gracias a su brillante desempeño como estudiante, le fue otorgado el premio "Filadelfo Salazar" y una beca para continuar estudios en la República Democrática Alemana.

En 1959 inició estudios de Letras en Leipzig, abandonándolos poco tiempo después para ingresar en la Brigada Joris Ivens, de orientación comunista. Luego de una corta estadía en Guatemala, fue enviado de nuevo al exilio en 1965, recorriendo diferentes países europeos. Finalmente, regresó a su país en forma clandestina, donde fue capturado por el gobierno en 1967, siendo fusilado en marzo del mismo año. Su obra poética, compuesta por innumerables poemas de corte amoroso y político, fue compilada en 1989.

Vuelo sin orillas

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De"Persuación de los días"

Abandone las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.

Abajo:en la penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente..

Un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascino de muerte,
pero logre evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.

Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desoriento mi vuelo
-de sideral constancia-
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Me oprimía lo fluido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.

Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente. "

Oliverio Girondo


Oliverio Girondo nació el 17 de agosto de 1891 en Buenos Aires en el seno de una familia adinerada, lo que le permitió desde niño viajar a Europa. Gracias a esto estudió en París y en Inglaterra. Escribió y publicó desde muy joven.

Participó en las revistas que señalaron la llegada del ultraísmo (la primera vanguardia que se desarrolló en Argentina), como Proa, Prisma y Martín Fierro, en las que también escribieron Jorge Luis Borges, Raúl González Tuñón, Macedonio Fernández y Leopoldo Marechal, la mayoría de ellos del Grupo de Florida que en contraposición al Grupo de Boedo se caracterizaba por su estilo elitista y vanguardista.

Agua Oscura

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"...Porque en ti anida el mar, eres su guía,
y de ti la más torpe raíz bebe su espina..."

Es hablar de la llanura que se quiebra en la noche,
interminablemente oscura, que se desborda al horizonte,
silenciosa y sin límite
El círculo roto, el murmullo que desatendido se multiplica,
se convierte en un ejército con mil frentes,
sonido inacabable, incomprensión inacabable

(es tu olor la firmeza única, la única
sobrevivencia del sabor del día)

Tengo abiertas las manos para tocar la caída de agua oscura
que en múltiples texturas se desenmaraña
He abierto conscientemente las manos: nada me detiene, nada detengo.
En esta limpia fluidez tumultuosa perdí el modo de jugar la ronda:
En este movimiento he dejado el último resquicio virgen al movimiento,
el último e infinito resguardo.

Ya nada me distingue del mundo.

-Sí, tú eres la firmeza única, el momento cierto que me esperara
un lado de la noche para abordarme, pero eres el único eco capaz
de nombrar lo que ejerce la oscuridad sobre la llanura

-Ya nada me distingue del mundo porque nada detengo.
Pero (sopla lento el viento) cada partícula de polvo,en cada gota de agua
que viene en el viento, un instante antes de entrar en mí se detiene.
Nada me distingue del mundo, es cierto, pero nada me traspasa.
Todo, justo un instante antes de perforarme,
me señala, me sostiene, me demarca.

Carmen Boullosa

Poeta, novelista, antóloga y dramaturga mexicana nacida en Ciudad de México en 1954. Estudió Letras Hispánicas en las universidades Nacional Autónoma e Iberoamericana de México. En 1976 obtuvo la beca Salvador Novo de Bellas Artes, en 1980 la del Centro Mexicano de Escritores y en 1992 la de la Fundación Guggenheim. Fue redactora del Diccionario del Español en México de El Colegio de México y fundadora en 1983 del Taller Editorial Tres Sirenas.

Te ahogaré en mi cuerpo...

1 comentario:
Bebamos y brindemos
por la triste ironía
de estar vivos
y no poder amarnos

Te ahogaré en mi cuerpo
una tarde de agosto,
mecido entre mis pechos como árboles nocturnos.
Requisaré tu lengua para el perfil más duro
de mi carne. Hombre tú,
hombre siempre soñado.

Mas no ignoras la trampa y sabes que te espero,
cepo para tus huesos, húmeda dentellada.
Y aunque caminas lento, llegas inexorable.
Te acercas y te vistes sólo para el banquete.
Alacrán confiado, caballo desmedido.

Te acercas y te arranco la vida a dentelladas.
Sumisa cae la tarde de agosto sobre tu piel de pájaro:
ángel asaeteado entre sábanas tibias
y un corazón latiendo con las fauces abiertas.

María Rosal
De "La resaca del fuego"


Poeta española nacida en Fernán-Núñez, Córdoba en 1961. Pertenece a la nueva generación de la poesía española cuyas representantes manejan con igual soltura los temas de la vida cotidiana y la poesía amorosa o erótica. Es Licenciada en Filología Hispánica y trabaja como profesora de Lengua y Literatura Española en el I.E.S. Emilio Canalejo de la ciudad de Montilla.

Dirige actualmente la colección literaria Aula de poesía Casa del Inca. Además de poesía, ha publicado cuentos y ensayos sobre didáctica de la lengua. Cuenta con las siguientes publicaciones: «Traveling de acompañamiento», «La resaca del fuego» editada también en italiano, «A pie de página» y «Otra vez Bartleby».

Supón que te desnudo
con besos y sonrisas,
conjuro tus fantasmas,
asalto tu desvelo,
amanezco en tu sombra

El secreto

1 comentario:
"Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste y te siento lejana"
Pablo Neruda

Guardo en mi triste corazón inquieto
un recóndito amor. Nadie lo ha visto
ni lo verá jamás, pues lo revisto
-para hacerlo más mío- del secreto.

Ella lo inspira en mí, pero discreto
nunca la nombro ...

Callada vive en mis ensueños como
en virgen concha adormecida perla,
o leve aroma en repulido pomo.

Y si presiento en mi inquietud perderla,
a el alma bajo y con temor me asomo,
para poder, sin que me miren, verla.

Miguel Rash-Gomez


Poeta y ensayista colombiano nacido en Barranquilla en 1889. Autor de una vasta obra poética y de numerosos ensayos, brilló con luz propia en el panorama literario de su época. De su obra merecen destacarse los poemarios «A flor de alma», «Cuando las hojas caen», «Para leer en la tarde» y «La manzana del Edén». Falleció en 1953

Carta de Khalil Gibran

2 comentarios:

El 10 de octubre de 1920, Mary Haskell le escribe una larga carta a Khalil Gibran, donde le cuenta, con profunda tristeza, que los padres de sus alumnos le pidieron que retirara los dibujos de Khalil de las paredes de la escuela, alegando que los temas abordados eran eróticos, aunque se referían a la mitología y a los pasajes de la Biblia

Carta de Khalil Gibran a Mary Haskell

11 de octubre de 1920.

Mi adorada Mary:

Pienso que lo más inteligente que se puede hacer en este momento es sacar de ahí esas pinturas. Saber que mi trabajo te está causando problemas es para mí un motivo de dolor.

No podemos enseñarle a nadie la pureza de un cuerpo desnudo; eso es algo que las personas deben descubrir por sí mismas. No podemos guiar a los demás para que entiendan el verdadero significado de la vida; necesitan descubrir solos que algunas partes del árbol suben hacia el cielo, y otras se hunden en la tierra.

Me despido de ti, con profundo amor.

Khalil

Besos

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¡Bébeme!
Hazme una gota de tu sangre.

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos son rojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral

Poeta chilena nacida en Vicuña pequeña localidad del centro norte de Chile en 1889, y fallecida en Nueva York en 1957.Aunque su nombre real fue Lucila Godoy Alcayaga, adoptó su pseudónimo inspirada en la obra de Gabriel D'Annunzio y Fréderic Mistral. Su labor literaria comenzó a reconocerse en 1914 al resultar ganadora de unos Juegos Florales. En 1922 fue publicada su primera obra y desde entonces viajó por numerosos países de América y Europa.

Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1945 como un justo reconocimiento no sólo de su producción poética, sino de la labor literaria y social de una mujer que había dedicado su vida a la difusión de la cultura y a la lucha por la justicia social y los derechos humanos.

Te espero sin plazo ni tiempo.
No temas noche, neblina ni aguacero.
Acude con sendero o sin sendero.
Llámame a donde tú eres, alma mía,
y marcha recto hacia mí, compañero.