Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Tu rosa y mi corazón


Antes que entre tus labios y mi oído
el ciprés del silencio, largo y mudo,
alce su quieta cima,
de tu palabra en el cristal sonoro
dame una roja rosa, que será
por tu lirismo y tu carne fragante
rosa de amor humano y rosa mística.

La prenderé en mi pecho
sobre la palpitante rosa mía,
y del perpetuo beso el tibio roce
esparcirá sus perfumadas ondas...

Hoy,
ebria de aroma me será brindada
la belleza infinita...
y en mi larva fugaz cuando se apaguen
los armoniosos éxtasis
me envolverán las perfumadas ondas
en su mortaja amante y siempreviva.

Dame una rosa, antes
que el ciprés largo y mudo, entre nosotros
alce su quieta cima...

La estrella misteriosa

Yo no sé dónde está, pero su luz me llama,
¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!...
Me nombra con el eco de un silencio divino
y el luminar oculto de una invisible llama.
Si alguna vez acaso me aparto del camino,
con una fuerza ignota de nuevo me reclama:
gloria, quimera, fénix, fantástico oriflama
o un imposible amor extraño y peregrino...

Y sigo eternamente por la desierta vía
tras la fatal estrella cuya atracción me guía,
mas nunca, nunca, nunca a revelarse llega!
Pero su luz me llama, su silencio me nombra,
mientras mis torpes brazos rastrean en la sombra
con la desolación de una esperanza ciega...


M. Eugenia Vaz Ferreira

Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1874. Contemporánea de Delmira Agustini y de Herrera Reisig, está considerada como una poeta metafísica, con rasgos del romanticismo y simbolismo.

Dedicada por algún tiempo a la docencia, fue designada para dictar la Cátedra de Literatura en la Universidad de Mujeres. Sin embargo, su precaria salud la obligó a abandonar su trabajo, falleciendo en 1924, antes de ver publicada su obra. Su producción literaria está compuesta por cuarenta poemas contenidos en su «Isla de los Cánticos», publicada por su hermano Carlos en 1925


No hay comentarios: